Sistema CTS y patentes
En la entrada anterior se comentaba el aspecto del fraude como una falta de ética científica de cara a generar conocimiento. Una lección muy interesante de cara a una investigación justa y al auto conocimiento. Como recurso legal contra el fraude, y especialmente contra el plagio, ¿existiría tal herramienta? Podríamos decir, "entre comillas", que las patentes son la forma de proteger nuestro trabajo, pero, ¿a qué precio? ¿es el camino adecuado? ¿favorece el progreso científico?
De acuerdo al poco conocimiento previo que tenía sobre el tema, y a lo leído en esta entrada, diría que, ni es el camino adecuado, ni favorece al progreso. Es más, diría que restringe el progreso a aquellos que únicamente tienen dinero y poder, básicamente. Es interesante, y en muchos casos, necesaria la protección de nuestro trabajo, de eso no se cabe duda. Pero las patentes no implican solamente proteger el trabajo, implican una serie de procesos jurídico-legales muy precisos y especializados, que mueven mucha cantidad de capital económico, intereses, y poder. Mi conclusión es que solamente las empresas muy potentes se pueden permitir patentar ya que son las únicas capaces de mantener activa dicha patente. En cambio, las empresas medianas y pequeñas, no pueden competir en esa liga. Esto conlleva una gran desigualdad en el sector, permitiendo así un gran monopolio. Me ha gustado mucho la idea leída de que, al patentar una idea, solamente quedará la opción de investigar lo mejor de lo peor, lo que se ha desechado, las alternativas eliminadas. En sí, esta actitud no favorece al proceso científico, ya que lo está limitando a unos pocos, a un monopolio, evitando una mejora e incremento global de ese conocimiento.
A mi personalmente me gusta mucho la idea del conocimiento abierto, el acceso abierto dentro de un contexto justo y sin ese gran beneficio de las revistas, la ciencia al alcance de todos... y creo que la filosofía de las patentes va completamente en contra. No va conmigo, y la evitaría en mi desarrollo científico-profesional. Me gustaría contar un caso breve de patente que me ha venido al pelo, relacionado con la invención del transistor. Como sabemos, la invención del transistor BJT se le atribuye a los científicos William Shockley, John Bardeen y Walter Brattain, de los Laboratorios Bell, en 1947. Casualmente, en 1997, 50 años más tarde, Jan Hendrik fue contratado por los mismos como el futuro Jimi Hendrix del semiconductor, desarrollando transistores orgánicos, que resultó en un fraude como comentaba en la entrada anterior. Casualidades de la vida. En 1959 se inventó el transistor MOSFET, por los científicos Mohamed Atalla y Dawon Kahng. Siempre se ha dicho que el transistor MOSFET, como concepto, era anterior al BJT pero que no se podía desarrollar por limitaciones tecnológicas, pero, hay una cosa interesante que remarcar. La invención del transistor MOSFET data del año 1925 por el físico polaco Julius Edgar Lilienfeld como sustituto a la válvula de vacío, quien patentó la idea, la cual se puede consultar en este enlace. Además de esta, patentó otra serie de procedimientos relacionados con el invento. No hay indicios de que fabricase dicho dispositivo ya que no disponía de la tecnología en la época, si bien lo desarrolló a nivel teórico con bastante precisión. Dicha patente estuvo vigente varios años. Cuando Shockley y su equipo empezaron a desarrollar una potente investigación en el área de los semiconductores, varias de sus ideas toparon con la patente de Lilienfeld, lo que no permitió su desarrollo. Por ese motivo inventaron el BJT, porque sus ideas iniciales del transistor eran similares al MOSFET y ya estaban hechas. Por esta creación, la cual la patentaron también, obtuvieron el premio Nobel de física. Mi reflexión es, ¿qué habría pasado sino hubiera habido la patente original de Lilienfeld? ¿se habría inventado antes el transistor MOSFET? ¿no se habría desarrollado el BJT como alternativa? La respuesta a estas preguntas es difícil de saber. Para conocer la historia del transistor y de la electrónica basada en el silicio, esta entrada de Wikipedia lo relata genial.
Antes de completar esta entrada, comentaré unos leves comentarios sobre el sistema CTS. La verdad que poco tengo que opinar ya que es un tema complejo, muy burocrático que desconozco, si bien muy útil de conocer ya que es el motor que hace que la ciencia vaya hacia adelante. Me ha parecido una entrada de gran utilidad sobre todo para valorar como se gestiona la ciencia y la importancia que tiene de cara a seguir investigando.
A mi también me gusta mucho la idea del conocimiento abierto, pero parece que no es la norma en muchos casos, como hemos tenido ocasión de ver...
ResponderEliminarBueno, aquí acabamos. Gracias por participar.